Fin del US Open

Con Roger Federer no hay competencia posible. Nuevamente ganó el US Open, por tercera vez consecutiva. ¿El rival de turno? Andy Roddick, quien cayó por 11ª vez en 12 enfrentamientos entre ambos. Roddick estaba lleno de confianza, aseguraba que era (durante el US Open), un "jugador nuevo". Nada sirve cuando está Federer al otro lado de la malla. ¿Cuándo Federer pasó a ser el tenista que es hoy? Ya ni lo recuerdo. Solo recuerdo que cuando apareció, era un jugador "bueno", la gran esperanza del tenis suizo luego de veterano Marc Rosset. En esos entonces, pensaba que estaría en la lucha, en los lugares de privilegio. Lo mismo pensaba del sueco Andreas Vinciguerra, y de IvánLjubicic, otros promisorios tenistas contemporáneos a la aparición de Federer. Jamás esperé esto. Se ha hecho un monstruo, difícil de seguir el paso; imposible de alcanzar. De seguir así, se convertirá en el mejor tenista de todos los tiempos, no hay duda, y todo, gracias a su constancia y perseverancia, que fueron lo que marcaron la diferencia en su fría cabeza.

Pero el US Open no solo nos dejó el título de Federer en varones. María Sharapova hizo lo suyo en la parte femenina, rompiendo el quiebre sicológico de haber caído en varias semifinales de Grand Slam últimamente. Es su segundo grande. El de Wimbledon (2004), ya le estaba pesando mucho. Acá derrotó a la belga Justine Hennin - Hardenne por 6 - 4 y 6 - 4.

Lo de Agassi es sencillamente imposible de resumir en un post. Ya se que se merecía uno aparte, pero la verdad no tuve tiempo de hacerlo. Verlo irse frente a un desconocido Benjamin Becker, fue duro. No lo merecía. Todos queríamos prolongar su estadía en el tenis, pero el cuerpo a los 36 ya no responde para el nivel de tenis como se juega hoy. Y sus lágrimas emocionaron a todo el mundo. El aplauso cerrado y largo de Flushing Meadows, que prácticamente se paralizó al momento de perder Agassi con este desconocido, no alcanzan para decirle gracias, gracias por todo el tenis en estos 20 años en que dió siempre sorpresas por lo vistoso y sencillo de su tenis. No hay palabras para describirlo, realmente.

Hasta la próxima